sábado, 7 de noviembre de 2009



Lluvia. No hay nada más lindo que un día de lluvia, de lluvia que se disfruta, no de esa lluvia que odiás en ese momento que no querés. Estoy hablando de esa lluvia que moja y gozás, que con cada roce de cada gota, sea un nuevo brillo, una nueva felicidad. Que cada gota sea un disparador a la alegría. Que ir caminando sonriendo bajo la lluvia que moja la piel, porque no te cubrís, no tenés miedo al agua, no sea algo de locos, algo de anormales, sino, de personas FELICES, de personas que disfrutan el roce con lo natural de ese líquido que es indispensable en nuestra vida. Caminar por la calle, con la lluvia recorriendo cada parte de tu cuerpo en el que la ropa no la cubre, y que entre hasta tocar tu piel, y disfrutes de ese escalofrío que su temperatura te provoca, que una sonrisa se dibuje en tu rostro, y caminás sin miedo, caminás casi desfilando, en cada movimiento marcás personalidad, y pisás con fuerza el piso, dejás tu huella, porque aunque todos se escondan, todos le huyan a la lluvia, vos estás en tu salsa, en la tuya.
Tenés esa lluvia que te provoca un día casi bajonero, un día para quedarte en tu casa, bajo techo resguardada, acostada en un sillón mullido con una manta calentita y una buena película para pasar el rato. Pero esos días bajoneros, no vienen mal con una buena compañía. Esa compañía que puede ser:
- o bien, tus amigas, infaltables, indispensables; con las que verías esa comedia romántica comiendo pochoclos, y riéndose a carcajadas a más no poder. Comentando cada cosa que se les viene a la mente, y que cada comentario, sea una ris al unísono que quiebre vidrios. Esa es la amistad que se necesita y que se quiere, que en esos días "bajoneros" cualquier chica necesita y requiere.
- O bien, esa compañía que enamora, esa persona que está en tu corazón y en tu mente a cada momento del día; esa persona que te abraza y que besa tus labios, dejando rastros, dejando huellas, dejando imborrables recuerdos. Esa persona con la que estarías acostada, calentita, gozando más de ella que de la película que el día bajonero demanda. Estás con ella, la película solo es sonido e imágen de fondo. Todo ronda en torno a ellas. Sus miradas se entrecruzan, y dejan ver, una sonrisa, con una mezcla de felicidad y amor, y otro poco de picardía. Esa persona, a la que amás, es esa compañía que demanda un día bajonero .

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