jueves, 19 de noviembre de 2009

Me enseñaste a no fumar sin desayuno, me enseñaste a dividir, que la suma de uno y uno siempre es uno, si se aprende a compartir. Me enseñaste que los celos son traviesos, que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad. Me enseñaste a ser pareja en libertad. Me enseñaste que el amor no es una reja, y que es mentira la verdad. Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda
Sino el que no te molesta. Me enseñaste que abrazado a tu cintura
todo parece una fiesta. Me enseñaste muchas cosas de la cama
que es mejor cuando se ama, y que es también para dormir, me enseñaste entre otras cosas a vivir. Me enseñaste que una duda puede más que la razón. Pero fallaste mi gurú, se te olvidó enseñarme que hago si no estás tú. Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, desde filosofía hasta como tocarte. A saber que el afrodisiaco más cumplidor, no son los mariscos sino el amor.
Pero no me enseñaste a olvidarte. Me enseñaste de todo excepto a olvidarte, a convertir una caricia en una obra de arte, a saber que los abogados saben poco de amor. Y que el amor se cohibe en los juzgados. Pero no me enseñaste a olvidarte. Donde se apaga el amor que quedó, no encuentro el interruptor, si hay que aceptar que nuestra historia voló, de donde saco el valor. Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,

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