Lobos sedientos de amor, ciegos
buscando un Dios,
alguien que les muestre la voz, y
que les de calor.
Pliegos de la piel del animal, que
mastican tu alma y van
apagando el fuego azul de tu
eternidad y aunque no
los ves, ahi estan.
Yo vi su amor, yo vi el dolor, y senti
una extraña calma,
bese la cruz, segui a mi luz, y
hoy estoy en armas.
Me llamas. Te acobardas
y cuelgas.
Es tarde. Yo pensaba que
estabas ya dormido,
siempre te acuestas
temprano.
Me llevaste a mi casa,
no cruzamos palabra en
todo el viaje, lo cual fue
raro.
Te fuiste de mi casa
lleno de altanería
diciendo que
yo no era en la vida
lo que tu creíste que
era.
Pero extrañas mis
caricias y cuanto te
decía;
tu cuerpo está temblando
y esta llegando el día
Me necesitas.
Necesitas mi aliento,
mis brazos.
Tu vida esta vacía. Me
dices que me quieres.
Yo también te quería.
Siento tanto que no
me llames y me duele
saber
que tu estas arrepentido
mas yo no se porque
me hiciste tanto daño,
que triste que hoy lo sepas
mas ya no puede ser
y nada puedo hacer.
Te marchaste tantas veces,
tantas veces llore
que yo ya no tengo llanto y
te conozco bien
si yo a ti regresara cambiarias
otra vez
mas todavía estoy viva,
aun estoy de pie…
Dijiste que sin mi tu vida
cambiaria
que eras paloma que con
otra volaría
en donde están las alas
de las que presumías?
la vez que mas volaste
fue cuando tu eras mío.
Siento tanto que me
llames y me duele saber
que tu estas arrepentido
mas yo no se porque
me hiciste tanto daño;
que triste que hoy lo
sepas
mas ya no puede
ser y hacer.
Todavía estoy viva,
aun estoy de pie…
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